3 ago 2012

Jessore,Bangladesh,2012


Jessore,Bangladesh,2012



Para los que tienen prisa,poco interes o dejadez:

Estamos muy bien, hace calor y no ha pasado nada malo.

Para los que siguen las aventuras y desventuras al este de la India:

Nuestra aventura comenzó en el aeropuerto de Bilbao, rumbo a Estambul. Nos esperaba un vuelo de Turquish airlines que nos quitaría de un plumazo la mitad del recorrido, o sea que se hizo más agradable que el año pasado(Londres-Delhi). Al aterrizar en la ciudad que en otra época se llamaba constantinopla, nos esperaba un autobus que nos llevaría al hotel de 5 estrellas que Turqish puso a nuestra disposición por hacernos un enlace con Delhi de más de 24 horas. Cabe decir, que aún siendo de lejos el mayor de los lujos que tendremos en todo el viaje, al hotel solo le hubiesemos dado 3.75 estrellas si fuesemos inspectores recorriendo el mundo de los mejores hoteles del mundo. Como este blog no habla de Estambul, no diremos nada de lo allí acontecido. Lo que pasa en estambul se queda en Estambul.



El autobus nos llevó al aeropuerto 30 minutos tarde, y ya estabamos cardíacos(unos más que otras). En previsión de un mes duro en cuanto a la comida, hicimos acopio de energias y un poco de grasa en el Burger King del aeropuerto. Puede parecer una chorrada, pero este tipo de comidas sabe como la última cena de un reo condenado a muerte. Ni ellos ni nosotros sabremos lo que comeremos a partir de ese momento, o sea que sólo queda untar bien las patatuelas y que nos quiten lo bailado, Ya en el avión, sorprendía que era un poco más pequeño de lo que pensabamos, pero suficiente para las 5 horas que teníamos por delante. Pantallas en cada asiento, y los primeros turbantes rumbo a Delhi. Para variar, al lado me tocó un indio que medía 1,60 pero creía medir 2'10 por la forma en la que separaba las piernas y ocupaba su sitio y el mio. Conté hasta 100 tres veces antes de pedirle amablemente que hiciese el fakhir y metiese la rodilla en el espacio que le correspondía. Todo fué bien hasta que el señor pensó que le correspondían dos reposabrazos. Conté hasta 100 cinco veces y opté por otra estrategia, más sutil quizas. Cada vez que se movía para hablar con su hija, metía el codo en el reposabrazos y cuando él lo quería volver a poner, se encontraba que no podía; creemos que a la cuarta o quinta vez lo entendió, y pudimos comapartir el pequeño pero vital espacio que compartiamos. Las fuerzas del mal se aliaron contra mi, cuando su pantalla no funcionaba, y se emperró en meter la cabeza en la mia. Conté hasta siete 100 veces(es más rápido que contar hasta 100 siete veces), y me estrujé el cerebro para saber de que forma podía hacerle saber a ese señor, que había pagado mi asiento y que no me habían hecho descuento por compartirlo. El plan era el siguiente: recorrerme la cartelera de peliculas de la pantalla hasta encontrar un equilibrio divino entre algo que me gustase, y algo que no le gustase. "Curry p'a ti, curry p'a mi", era el ultimo bombazo en bollybood estos dias, y no me quería jugar el tener que soportar una cabeza pegada a la mía. Yo no pensaba aguantar una ñoñería con Jennifer Lopez como protagonista, o sea que el la jugada maestra pasó por darle al play al encontrarme la primera película en blanco y negro que encontrase. Y mano de santo,oiga. Tras recomer y recenar, el vuelo aterrizó en Delhi, pero con una novedad: En las pantallas, se podía visualizar lo que una cámara situada en el morro del avión nos enseñaba, y fué espectacular a más no poder. Como en una película, todos mirabamos a la pantalla para ver como nos acercabamos a una pista llena de luces y como en una película, apretamos el culo cuando vimos que iba a tocar tierra. Sólo algun valiente se atrevió a mirar lo que en realidad estaba pasando en el exterior.

Al llegar a Delhi, teníamos 2 horas y media para sellar los visados, recoger las maletas y coger un autobus a otra terminal algo alejada. Una cosa no ha cambiado en Delhi, y otra si. Nada más abrir la puerta que separa el mundo del aire acondicionado del que no lo está, nos golpeó en la nariz el siguiente olor(a ver si conseguis reproducirlo) Es como entrar a un baño en el que alguien se ha duchado durante media hora, pero encima ha pasado un equipo de sudorosos jugadores de rugby, y alguien le ha dado por cocinar un huevo podrido. Todo eso, nada más abrir la puerta, de golpe. Lo que si ha cambiado, es la organización en Delhi. Las columnas tienen números, y nos atendió un chiquillo con un ordenador y un número de los de carnicería detrás. La ilusión se mantuvo al montarnos en un autobus "moderno", con cambios automáticos y aire acondicionado. La terminal 1D del aeropuerto Indira Gandhi seguía manteniendo altas las ilusiones, al igual que el servicio de a bordo de la compañía IndiGo, tódo correcto.





Pero, todo lo que sube tiene que bajar, y la realidad hindú te la baja de golpe en cuanto recorres 5 minutos de calle montado en un taxi Embassador amarillo y ves las calles. Tanto Ster como yo nos reafirmamos en pensar que la India es la India y que aquí nada cambiará de sopetón. Ni la gente, ni la forma de hacer las cosas...el taxi Embassador nos llevó 23 kilometros para un lado, y terminamos recorriendo otros 23 de vuelta, montados en el autobus que nos acercaría a la frontera Benapol/Petrapol(la primera la parte hindu, la segunda la parte bangladeshí). Cuando decimos 23 kilometros, piensas en unos 20 minutos, pero esto es la India. Nos llevó más de hora y media salir de Kolkata;a una media de 40 bocinazos por minuto(sin exagerar ni un pelo, no existen los intermitentes), y a 3 frenazos por minuto, nos salen 3600 bocinazos y 270 frenazos. Ster se volvió inmune a todo esto, y se durmió como un tronco; hasta que llegamos ALLÍ.



Ster dice que lo que sucedió le recuerda a Guantanamo, yo no he estado nunca pero ahora me lo imagino. Entre chaparrones de lluvia intermitentes, el autobus se paró. Subió una persona con una bolsa roja, y nos pidió los pasaportes. Fué la primera de las veces que lo perdimos de vista; Al rato, nos bajaron del autobus y fuimos a buscar la mochila a la parte trasera; Yo me asusté un rato, al pensar que tenía que estar 30 dias con los mismos calzoncillos: nuestra mochila no estaba. Corrimos a una garita donde había un montón de gente, y respiré aliviado. Por lo menos podría cambiarme los calzoncillos por los otros que tenía en la mochila; algo es algo me dije. En una sala enana nos juntamos todos los que queriamos pasar de un lado a otro. Allí nos rellenaron el papeleo para cruzar y por fin tuvimos todo en nuestras manos, pasaporte incluido. En un abrir y cerrar de ojos, otra persona nos pidió los pasaportes y yo dudé en dárselo. No nos quedaba más remedio que darselo, puesto que tenía otros 20 en la mano, y parecía que sabía lo que hacía. Lo vimos desaparecer debajo de la lluvia, cuando miré a Ster y pensé que ya la habíamos hecho buena. 10 minutos despues y despues de tostar a preguntas a un pobre Bangladeshi sobre lo que nos tocaba hacer y no hacer(todavía estabamos en India, y nuestro autobus no podía oficialmente pasar a Bangladesh), nos invitaron a seguir a un señor que si tuviese que compararlo con algo, parecía un chivo loco con chilaba. A todo esto, nuestra mochila la cogió un chico con una camiseta roja, al igual que todo el resto de equipaje de los demás viajeros(me dije, que si yo me quedaba con un calzoncillo, ellos también; mal de muchos...) y ya no la volvimos a ver(de momento). Corriendo bajo la lluvia hacia donde el chivo loco nos indicaba, vimos a unos 10 metros a nuestra derecha como si de un rayo se tratase, un cable electrico saltar por los aires. Si no fuese porque no era divertido, hubiese pensado en una mascletá y nos hubiesemos reido un rato; pero no, el cable hacía un ruido como ppssshhhttttttttttttt y derrepente, PLAF! otro rayo que recorrría el cable..otro pppsshhhtttt y 5 metros delante, otro PLAF! y otro rayo...todo se calmó, y nos fuimos a la zona DMZ(como entre las dos Koreas), donde por fin nos dieron los pasaportes, y vimos a lo lejos nuestra maleta. Un par de pasos más, y entrabamos en Bangladesh. En la zona DMZ nos esparaban ansiosos unos 45 porteadores de material y Ster muy dignamente los rechazó con la mirada, haciendo ver que con su mochila caragaba ella y nadie más.

El último tramo hasta Jessore(38 kilometros),es sin duda el momento que más miedo he pasado en mi vida. El autobus debería de tener 40 años, las ruedas serían de cuando se contruyó. El conductor por contra, tendría unos 20 años menos que el autobus, y fumaba cigarros como un campeón. Como éramos los guiris, unas travestis(hay muchos!) nos cedieron  su asiento en primera fila. Ya puestos, si vamos a palmar, que sea en primera fila y a lo grande. El autobus hizo todo el trayecto con la puerta abierta, por la cual entraban y bajaban las personas. Entraban y bajaban suena bien, pero lo entendereis mejor si os explicamos que el autobus no paraba y el ayudante del chofer(que iba como tarzan colgando de la no-puerta) recogía a los incautos viajantes como si los pescara con una red desde un barco. Bajarse parecía más facil, sobre todo si has hecho el entrenamiento de los NAVY SEAL y sabes echarte de un helicoptero de noche al mar. En una de estas, se subió al autobus nuestro salvador. Una especie de chamán tronado, que evitaba que nos chocasemos con los camiones que venían de frente a base de conjuros y hechizos, al más puro estilo "CARLOS JEZÚ el de raticulín". Despues de adelantamientos triples a camiones, y evasiones de última hora, llegamos por fin a nuestro destino. Besamos el barro, cogimos las mochilas y corrimos a un lento-pero-seguro rickshaw electrico, que nos dejó en lo que es nuestra morada actual: BANCHTE SHEKHA.






4 comentarios:

  1. Que interesante y qué divertido!!
    Voy yo en el bus ese y me da un patatus, en primera fila como en el dragin Can,e?
    Disfrutad mucho!!

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  2. jajaja, no sé si mola más el viaje o cómo lo contáis :))) Me alegro de que hayais llegado bien. Ahora... que sea lo que Vishnú quiera :)

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  3. Disfruteu del viatge, quina passada!! :=)
    Grandes las fotos! :=))

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  4. Cochinillo asado4/8/12, 16:29

    Me alegra saber que estais sanos y salvos

    El primer dia y ya viviendo aventuras para el recuerdo: autobus, pasaportes, electrocucion, travestis... no se puede pedir mas para abrir boca.

    Seguid disfrutando del viaje y seguid escribiendo por aqui para que podamos disfrutarlo todos

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