13 ago 2012

Moshin desde Dubai


Como en el dia a dia, las cosas pasan cuando menos te lo esperas.Nada más darle al último "Enter" para terminar de escribir la anterior entrada y rodeados de unos 50 lugareños mirandonos como las vacas miran al tren, entró en la sala de espera una persona vestida con un polo a rayas, gafas ahumadas de imitación Giorgio Armani y unos vaqueros modernos.

-Have you got any problem?

Nos dijo en un perfecto inglés,a una distancia prudencial de unos 3 metros. Le contestamos que no(le dimos las gracias), y le vimos marcharse por la puerta, sin saber que terminaríamos compartiendo los siguientes dias con él y su extraño acompañante. Según os contamos la última vez, estabamos esperando en la estación de Comilla tras el fatídico autobus que nos tendría que haber dejado en Chittangong. Cuando faltaban 15 minutos para el tren y como tendríamos que luchar nuestro asiento con todos los que querían ir a Chittangong en la clase gallinero(salvese quien pueda,entra por la ventana, corre a por un asiento o cómete 3 horas chupando el sobaco nada limpio de un local), nos acercamos para el andén, mientras a cada paso que dábamos,se nos sumaban dos interesados más. Cuando teníamos unas 40 personas rodeándonos(chúpate esa, Brad Pitt), volvío a aparecer el chico misterioso, diciendonos que a ver si por casualidad éramos dinosaurios, para que todo el mundo nos mirase de esa forma. Entre risas, nos estrechámos la mano y se presentó:

- My name is Moshin(Moxen)
- I'm Roke, this is my wife Ster(en paises musulmanes, o estás casado o olvídate de dormir juntos y vagar libremente por ahi)

Nos contó que era de Bangladesh, pero que hacía 18 años que se había ido a Dubai a estudiar y a trabajar, y que estaba de vacaciones visitando a parte de su familia por una semana. Nos preguntó en que clase viajabamos, y al enseñarle el ticket miró horrorizado a las cientas de personas que se agolpaban en el andén, y nos dijo si queriamos cambiar los tickets por primera clase con aire acondicionadio. Lo rechazamos amablemente, ya que habiamos ido a Bangladesh a movernos como hemos hecho siempre entre la gente. Cuando el tren se acercó bufando humo, y vimos los vagones llenos de gente y otros cientos que queríamos entrar, nos miró con una sonrisa y nos hizo un gesto de: -Seguidme. Entre bolsas de frutas, maletas, cajas y gente tirada en el suelo, conseguimos llegar corriendo a su/nuestro vagón y entramos en la comodidad del aire acondicionado, mientras Moshin hablaba con el revisor para darle a entender que como no sabiamos Bangla, habíamos cogido la clase equivocada. El revisor aceptó gustosamente a dejarnos pasar, y algo le debería de decir, puesto que no pagamos ninguna diferencia..las 4 horas del tren dan para mucha conversación y yo tenía tantas ganas de practicar ingles como Moshin de no estar sólo. Podemos hablar de la paradoja del hijo pródigo que vuelve a casa por navidad con los bolsillos llenos, pero se aburre de su antigua vida.









Por ello le acompañaba Mamud "el guardaespaldas", un tio delgado en el 90% de su cuerpo menos en la tripa, que le salía por encima de los pantalones muchisimo. Lo del guardaespaldas es porque en los dos proximos dias no le vimos sin el pinganillo del movil que le servía para hablar y escuchar música fuera de la oreja, porque como guardaespaldas no tenía precio. Nos pasamos el dia preguntandonos donde leches estaba, y siempre era o comiendo, o buscando tabaco de mascar o hablando por el movil.

En el trayecto, Moshin nos dijo que su empresa de Dubai le pagaba las vacaciones y le daban una tarjeta de credito sin miramientos, y que pensaba ir al Sheraton a pasar unos dias. Cuando nos preguntó a que hotel íbamos a ir, le contestamos que al Golden Inn, un modesto hotel cerca de la estación, y se ofreció a cambiar su hotel por dos habitaciones pagadas en el que íbamos a ir. Como teníamos el trauma del autobus reciente, y nos apetecía descansar un poco, no pudimos decir que no, sabiendo que la empresa se lo iba a pagar todo. Al llegar, nos recibió el célebre Rotón, un amigo de la infancia de Moshin y dueño de un saloon de belleza del que hablaremos más adelante, dentro del hotel Golden Inn. Recorrimos los primeros y sofocantes pasos en la ciudad de Chittangong(4 millones de personas) hacia el hotel, y pudimos dejar las maletas en la habitación. Habíamos quedado para cenar en la habitación de Moshin junto con el guardaespaldas y una vez dentro, sonó la puerta. Era otro buen amigo de Moshin, cuyo nombre es impronunciable; Para terminar, entró de nuevo Rotón, lleno de bolsas. En una Mangos y en la otra............cervezas frias! la mejor bienvenida que le pueden hacer a alguien cuando fuera estás a 40 grados. En un pais musulmán como bangladesh, conseguir una simple cerveza es una tarea complicada y se necesitan algunos contactos, y pagarla carísima de todas formas. Encargamos una cena de reyes(Dubai power) y pelamos los 3 kilos de Mangos frescos que había traido Rotón junto con las cervezas. El whisky se mezclaba con la cerveza(aqui lo beben así) en proporciones cada vez más desproporcionadas, a la vez que la alegria y las risas brotaban. Al final, el guardaespaldas se retiró con una permanente sonrisa en la boca, fruto de su inexperiencia con el alcohol, y nosotros nos fuimos retirando poco a poco, para preparar la proxima mañana.

Desayunamos y callejeamos un poco mientras moshin hacía unas gestiones sobre su reserva de vuelo, y nos metimos en un mercado. De nuevo, el producto estrella éramos nosotros, a 127 euros/Kilo. Cada paso, cada giro por las estrechas callejuelas eran una nueva oportunidad para ellos a conocernos, aunque fuese por 15 segundos.Nos reunimos con Moshin en lo que sería nuestro primer gran capricho, ya que devoramos la hamburguesa y las patatas fritas de un Kentucky fried chicken que sólo hay en esta ciudad y en la capital, Dhaka. Por la tarde, tuvimos una sesión de SALOON de belleza que regentaba Rotón, con masaje capilar, de cara, pies  y brazos...de nuevo, la vida era maravillosa y atrás habían quedado los sustos y nervios del autobus de la muerte.



 Un poco más tarde fuimos a unos 15 Kilometros hacia el norte, a una bahía donde las parejas romanticas se abrazaban a escondidas mientras contemplaban delante suyo más de 100 barcos de carga, gaseros, transportadores de helio...de lo más romantico. Cuando se fué la luz y comenzamos a andar el grupo por la recta dela bahía, Ster y yo nos miramos preguntándonos cómo podíamos haber llegado a semejante situación, en la otra parte del mundo compartiendo risas y comida con gente tan desconocida, pero tan cercana a la vez. Este pensamiento nos sacó una sonrisa y nos hizo pensar que sin duda alguna, podriamos ir a cualquier parte del mundo a encontranos con cualquier persona, que nos arreglariamos sin dudarlo un solo segundo.



Para terminar la noche, nos llevaron a cenar al centro comercial estrella de la ciudad, que no dejaría de ser el peor centro comercial que te encuentres en tu país de origen, con miles de personas atestando ascensores y escaleras mecanicas y de nuevo, mirándonos.Podían ser las 10 de la noche que ahí seguía estando la gente. Estas semanas la ciudad vive también de una manera mágica la noche. Se acerca EID FESTIVAL, el fin del Ramadán y tiene pinta de ser más exitoso y multitudinario que un concierto de David Bisbal. Las mujeres deben comprarse saris y ropas nuevas, los hombres taparrabos nuevos y parece ser que estrenan vajilla y utiensilios de casa para los 3 días de festeje.
Una vez visto el agobio, decidimos volver al hotel donde nos despedimos todos, pero con la sensación de que nos volveremos a ver; quizas no sea en Asia, pero nadie desecha oriente medio.




1 comentario:

  1. Aupa neska-mutilak!!! Ya vems que lo estais pasando en grande, despues de vuestra experiencia con la perfida muerte-autobusera, parece que los aires os devuelven la suerte...Por Bilbo todo igual, eso si, un calor inusual. El montaje bien, divertido pero menos arriesgado que viajar por Bangladesh...Os echamos de menos, asi que cuidaros y seguid escribiendo!!! Bilbitik maitasunez. Muakkk

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